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Mi fragilidad no conoce los imposibles
Por eso me levanto cada día a corazón escarchado y salgo ahí
fuera como esperando algo que sé que no va a llegar
La rutina me saluda por las mañanas y yo, cordial, le
devuelvo la sonrisa, pensando para mis adentros que pronto me escaparé de ella
Y nunca podrá volver a encontrarme
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